Hoy es domingo en la noche, y se cumplen cuatro semanas de que llegue a Eslovenia. Creo que es un buen pretexto para escribir la primera entrada.
Eslovenia es un país chiquitito al este de Italia, sur de Austria y oeste de Croacia. Hace un poco más de 25 años era parte de Yugoslavia. Tiene algo así como 2 millones de habitantes. Yo vivo en Ljubljana, la capital y ciudad más grande, con un poco menos de 300 mil y algo más de medio millón en su cerradura.
Durante estas semanas he aprendido muchísimas cosas, tanto de la ciudad y el país, como de mí mismo. Trataré de compartir las que vengan a mi memoria mientras escribo esto.
La gente en general es amable. Son fríos y el contacto personal casi no existe, pero tienden a ser amigables. Los eslovenos te saludan cuando te encuentran en la calle aunque no te conozcan. Una buena parte de la población habla inglés; sobre todo los jóvenes, pero ya llegaremos al asunto de los idiomas después.
Una de las cosas más difíciles fue llegar por primera vez en mi vida a un país que tiene invierno de verdad en medio de (según uno de mis roomies y mi casero) el invierno más frío en un par de décadas. El frío fue difícil, pero la verdad creo que esperaba más. Tuve dos semanas con nieve y temperaturas bajo cero. Durante las últimas semanas ha sido lluvia mayormente y temperaturas alrededor de cero. Afortunadamente el frío y yo nos llevamos bien. Lo que sí comienza a molestarme, incluso anímicamente, es la falta de sol. Ljubljana está en un valle que, combinado con el invierno, produce niebla todos los días. Esto hace que sea difícil cachar algunos rayos de sol. Solamente ha habido sol "de verdad" un día en las últimas cuatro semanas.
Vivo en un segundo piso de una casa en las orillas de la ciudad. Aún así, el centro me queda a 10 minutos en camión y a unos 25 caminando. El departamento está habitado además por dos mexicanos, estudiantes de doctorado en matemáticas, con quienes he hecho una muy buena amistad. Ya nos conocíamos antes de vivir juntos, pero sin duda alguna ha sido una de las mejores experiencias. Tal vez les dedique una entrada futura.
El anfitrión de mi tutor (y por lo tanto nosotros dos) está en la Facultad de Educación (Pedagoška Fakulteta, PeF, en cortito) de la Universidad de Ljubljana. La universidad está regada por toda la ciudad, en particular la facultad de Física y Matemáticas está del otro lado de Ljubljana. En la PeF tengo una oficina que comparto con la chica con la que vivo y con dos empleadas de la Universidad. En la PeF no hay muchos estudiantes de posgrado y por lo tanto no es común que los estudiantes tengan oficina. De ahí que nuestras compañeras sean empleadas de la Universidad.
Eslovenia es barato, para estar en Europa. La cerveza, el pan y la leche cuestan más o menos lo mismo que en México. El autobús cuesta 1.20 Eur. cada viaje, pero se pueden comprar bonos mensuales por 37 Eur. para ciudadanos usuales, por 20 Eur. para estudiantes. Hablando de los beneficios de ser estudiante, existe un programa de comidas baratas para estudiantes. Alrededor de la ciudad hay muchos (de verdad, muchos) restaurantes afiliados al programa. Los requisitos para el beneficio son mínimos y puedes obtener comidas casi a mitad de precio. Entonces por 2 o 3 euros tienes una comida bastante completa en estos restaurantes.
El esloveno es toda una plática y creo que le dedicaré una entrada después, pues esta ya se está haciendo muy larga. Por ahora ya puedo saludar a las personas y preguntarles si hablan inglés. Por supuesto, sé decir que no entiendo y que no hablo esloveno. También puedo ya comprar algunas cosas en el super sin andar con el traductor a la mano. El título de la entrada quiere decir "viviendo la vida" de acuerdo al traductor de google. Termino la entrada con una foto de un cacho de Ljubljana y los Alpes.
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